El proyecto parte de un juego de panelados de vidrio que delimitan los distintos espacios del centro de estética. Según la necesidad de mayor o menor intimidad, ese panelado posee una serie de características.
Existe una transición desde el frente al fondo del local. Se accede a través de una fachada completamente trasparente, pasando por un despacho traslúcido realizado con vidrio armado y finalizando el recorrido en una cabina, también de panelado traslúcido pero apoyada por un alistonado de madera, para conseguir aún más privacidad.
El garaje de una vivienda dió paso a este despacho profesional para centro de estética avanzada, donde la madera y el verde corporativo unifican todos los espacios.
La única fuente de luz natural era el antiguo portal de garaje. Es por ello que éste fue sustituido por un gran paneledo acristalado y, además, se apoyó con con luminaria indirecta en las zonas alejadas de la entrada. Dicha luminaria baña la pared y es tamizada por los alistonados de madera, tal y como si se tratara de la luz natural que entra a través de cortinas.